viernes, 17 de noviembre de 2017
El APARATO RESPIRATORIO
El aparato respiratorio o sistema respiratorio: es el encargado de captar el oxígeno (O2) del aire e introducirlo en la sangre y expulsar del cuerpo el dióxido de carbono (CO2) ―que es un desecho de la sangre y subproducto del catabolismo celular―.1
En humanos y otros mamíferos, el sistema respiratorio consiste en vías respiratorias, pulmones y músculos respiratorios que median en el movimiento del aire tanto dentro como fuera del cuerpo humano.2
El sistema respiratorio incluye:
Fosas nasales (usadas para ingresar el aire al cuerpo),
Tubos (como la tráquea y los bronquios),
Los dos pulmones (donde ocurre el intercambio gaseoso).
El intercambio de gases es el intercambio de oxígeno y dióxido de carbono, del ser vivo con el medio. Dentro del sistema de los pulmones, las moléculas de oxígeno y dióxido de carbono se intercambian pasivamente, por difusión, entre el entorno gaseoso y la sangre. 3Así, el sistema respiratorio facilita la oxigenación con la remoción contaminante del dióxido de carbono y otros gases que son desechos del metabolismo y de la circulación.
El sistema respiratorio también ayuda a mantener el balance entre ácidos y bases 4en el cuerpo a través de la eficiente eliminación de dióxido de carbono de la sangre.
El diafragma, como todo músculo, puede contraerse y relajarse. En la inhalación, el diafragma se contrae y se allana, y la cavidad torácica se amplía.5 Esta contracción crea un vacío que succiona el aire hacia los pulmones (inhalación). En la exhalación, el diafragma se relaja y el aire es expulsado de los pulmones.
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